Hace no tantos años, el consumidor no prestaba demasiada atención a las variedades de uva que componían un vino. No obstante, con el paso del tiempo, conocer las variedades de uva se ha vuelto una información fundamental que el consumidor busca y valora. Y para las bodegas, se ha convertido en un elemento diferenciador.

La tendencia a hacer esta especial mención a las uvas proviene de los países denominados como “Nuevo Mundo” en la elaboración de vino: Chile, Argentina, Australia o EE.UU., y ha sido aceptada con agrado por los productores del viejo mundo como España, Francia o Italia.

Elena Adell, la responsable enológica de Azpilicueta, afirma que “mucho de lo que dice un vino está escrito en su viñedo.” Es en la viña y las uvas donde está el origen del vino, y éste es así porque procede de unas variedades concretas, cultivadas en unas parcelas concretas, y que van a definir de manera clara su estilo y carácter.

Existen muchas variedades de uva, pero si tu vino está acogido a una Denominación de Origen, es el reglamento de la Denominación el que te indica qué tipo de uvas puedes cultivar. En el caso de Azpilicueta, la Denominación de Origen es la Calificada Rioja.

En la etiqueta posterior de cualquier vino Azpilicueta puedes encontrar con qué uvas está elaborado.

¿Cuál es tu favorita?