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El joven Sergio Mariscal ha resultado vencedor de la cuarta edición del Reto Azpilicueta, proyecto puesto en marcha por la prestigiosa marca de vino y el Basque Culinary Center (BCC) con el objetivo de promover la formación enológica de los chefs del futuro. Su creación gastronómica “Crianza de trufa, patata, edulis, foie y yema” resultó elegida por el jurado como el mejor maridaje para Azpilicueta Crianza, lo que convirtió a Mariscal en ganador de una beca de 4.405 euros para sufragar parte de su formación en el BCC.
“Crianza de trufa” es un plato compuesto por trufa, patata, edulis, foie y yema y pensado para ser el maridaje perfecto de Azpilicueta Crianza, un vino brillante y aromático que, elaborado con las variedades Tempranillo, Graciano y Mazuelo, destaca por su cuerpo y su equilibrio.
El jurado, compuesto por nuetra enóloga, Elena Adell, ; Nerea Matilla, brand manager de la marca; y los chefs Diego Prado y Kote García, optó por esta receta apreciando “su excelente maridaje con el vino y la minuciosidad del plato a la hora de reflejar los descriptores de Azpilicueta Crianza”.
Otras cuatro creaciones acompañaron a la ganadora en la final. Se trató de "Aromas", elaborada por Andrés Díez; "Caballa a la mediterránea en tres tiempos" de Pau Rull; "Terruño. Liebre en dos tiempos", elaborada por Manuel Vargas; y "Tarta de queso curado con chocolate blanco, con sorbete de arándanos y fudge", de Ana Doñoro.
Sergio Mariscal recibió también el premio del público por su creación. El nutrido grupo de hosteleros guipuzoanos, periodistas, críticos gastronómicos y bloggers asistentes a la prueba final eligió este plato, coincidiendo con la decisión del jurado. Este reconocimiento permitirá a su autor disfrutar de una sorprendente experiencia gastronómica en el restaurante Mugaritz dirigido por el chef Andoni Luis Aduriz y reconocido con dos estrellas Michelin.
Un total de 72 alumnos de segundo curso del Grado en Gastronomía y Artes Culinarias del Basque Culinary Center han tomado parte en esta cuarta edición del Reto Azpilicueta en la que tenían que elegir una de las 5 referencias de Azpilicueta incluídas en el estuche WIne in Tube (Azpilicueta Blanco, Azpilicueta Rosado, Azpilicueta Crianza, Azpilicueta Reserva y Azpilicueta Origen) y elaborar una creación gastronómica que maridara a la perfección con las notas y personalidad del vino.
Con esta iniciativa, Azpilicueta recupera el espíritu de mecenazgo de su creador, Félix Azpilicueta, y da un paso más en su compromiso con la formación, ya mostrado en iniciativas como su Taller de Enología para acercar a los sumilleres el trabajo de los enólogos o los Cursos para Entusiastas del Basque Culinary Center.
Según manifestó Elena Adell, “el Reto contribuye a trasladar el amor por el vino a un grupo de jóvenes promesas de la gastronomía, acercándoles al mundo de la Enología y dándoles la oportunidad de acceder a un importante apoyo económico para completar su formación en un centro de referencia internacional como es el Basque Culinary Center".